miércoles, 1 de julio de 2015
TESTIMONIOS DE PERSONAS QUE HAN CRECIDO EN NTRO.
CENTRO INTEGRAL “FRAY LUIS AMIGÓ”
Me presento,
soy Hna. Daisy, Terciaria Capuchina. Solo pues, que me tocó pasar por un
periodo muy duro, casi irresistible, veinte años donde solo transite la
oscuridad, donde solo me envolvió el dolor, la soledad, y el mundo exterior se
convirtió en un extraño para mí y yo
para él… me desligué de la vida, primero por ciclos que se repetían con
frecuencia, ciclos de depresión mayor que
me obligaban a separarme también de mi comunidad religiosa y de todo
apostolado, siempre sentía que todo iba perdiendo sentido… en el fondo solo me
quedaba mi Dios y la convicción de que me eligió aunque yo no entendiera qué
estaba pasándome.
En el año 2000, el psiquiatra me dijo que estaba esquizofrénica… veía ya alucinaciones, dormía solo con pastillas, y casi no me levantaba de la cama… salía poco de la habitación cuando estaba en la comunidad…. Es decir estaba muerta porque ya en mi pobreza decidí que no valía la pena vivir. Mi mayor dolor era que le había entregado mi ser al Señor desde los trece años y ya no podía servirle… mis pensamientos eran siempre aterradores y me perseguían imágenes feas que asechaban para atacarme, este estado me llevó en tres ocasiones a intentar el suicidio, por eso casi siempre estaba dopada…
En el año 2009, por misericordia de mi Jesús, las hermanas conocen la existencia del programa de recuperación para adictos, fundado por Fray Miguel Parra. Mi provincial me invita a hacerlo. Mis palabras después de unos días fueron: “Esta bien, me iré allí, pero si no resulta, será la muerte porque yo ya no se más que hacer”… y así llegué, sin esperanzas, sin fe, sin ganas, sin luz, sin Dios porque se me había escondido… para entonces mi dosis de pastillas eran tan altas que sumaban 700 mensuales de una diversidad de medicinas: ansiolíticos, anti psicóticos, antidepresivos, anticonvulsivos, esquizofrenia... No me había dado cuenta, pero los primeros días en el programa, se llama Finca Luis Amigó, los terapeutas sacaron la cuenta… esta ingesta, la inactividad, mi estado mental, habían logrado que de haber pesado solo 47 kg hasta los 33 años, llegase allí con 101 kg. Aparte de eso no pronunciaba palabra… Pero allí, en ese lugar escondido y hermoso, lleno de tanto amor, encontré la misericordia de Dios… me encontré conmigo misma de nuevo, a medida de las terapias que nunca me di el lujo de cuestionar sino obedecer… fui despertando. No sé cómo explicar, en una Eucaristía que celebraba el P. Miguel como final de un retiro donde no participe, tuve un fuerte encuentro con el Espíritu Santo, un descanso que desconocía y que tanto necesitaba y esa noche sentí una paz tan grande y placentera que enmudecí por dos días, para entonces tenía tres meses en el programa. Este momento lo considero el punto de partida de mi sanación.
A partir de esa noche comprendí que podía mirar la vida de otra forma, que estaba enferma, pero que me estaba sanando y que todo resultaría como yo le había pedido al Señor la noche antes a solas, que todo eso era obra de Dios… y así fue, hice un trabajo duro, no fue nada fácil salir de mi estado... tuve crisis de abstinencia y eso es terrible, pues comencé con ayuda del Padre Miguel a dejar las pastillas poco a poco y ya para el mes de Mayo del 2010, decidí dejarlas todas de una vez… después de esto estuve un mes entero sin poder dormir, viendo de nuevo alucinaciones y creyendo me estaba volviendo loca… Siempre recordaré la voz dulce de mi hermanito terapeuta que me decía: Exíjase hermanita, exíjase… Tú puedes Daisy, tú puedes.. Todo es posible para el que cree...Eres brillante...Eres toda una campeona…”
En el año 2000, el psiquiatra me dijo que estaba esquizofrénica… veía ya alucinaciones, dormía solo con pastillas, y casi no me levantaba de la cama… salía poco de la habitación cuando estaba en la comunidad…. Es decir estaba muerta porque ya en mi pobreza decidí que no valía la pena vivir. Mi mayor dolor era que le había entregado mi ser al Señor desde los trece años y ya no podía servirle… mis pensamientos eran siempre aterradores y me perseguían imágenes feas que asechaban para atacarme, este estado me llevó en tres ocasiones a intentar el suicidio, por eso casi siempre estaba dopada…
En el año 2009, por misericordia de mi Jesús, las hermanas conocen la existencia del programa de recuperación para adictos, fundado por Fray Miguel Parra. Mi provincial me invita a hacerlo. Mis palabras después de unos días fueron: “Esta bien, me iré allí, pero si no resulta, será la muerte porque yo ya no se más que hacer”… y así llegué, sin esperanzas, sin fe, sin ganas, sin luz, sin Dios porque se me había escondido… para entonces mi dosis de pastillas eran tan altas que sumaban 700 mensuales de una diversidad de medicinas: ansiolíticos, anti psicóticos, antidepresivos, anticonvulsivos, esquizofrenia... No me había dado cuenta, pero los primeros días en el programa, se llama Finca Luis Amigó, los terapeutas sacaron la cuenta… esta ingesta, la inactividad, mi estado mental, habían logrado que de haber pesado solo 47 kg hasta los 33 años, llegase allí con 101 kg. Aparte de eso no pronunciaba palabra… Pero allí, en ese lugar escondido y hermoso, lleno de tanto amor, encontré la misericordia de Dios… me encontré conmigo misma de nuevo, a medida de las terapias que nunca me di el lujo de cuestionar sino obedecer… fui despertando. No sé cómo explicar, en una Eucaristía que celebraba el P. Miguel como final de un retiro donde no participe, tuve un fuerte encuentro con el Espíritu Santo, un descanso que desconocía y que tanto necesitaba y esa noche sentí una paz tan grande y placentera que enmudecí por dos días, para entonces tenía tres meses en el programa. Este momento lo considero el punto de partida de mi sanación.
A partir de esa noche comprendí que podía mirar la vida de otra forma, que estaba enferma, pero que me estaba sanando y que todo resultaría como yo le había pedido al Señor la noche antes a solas, que todo eso era obra de Dios… y así fue, hice un trabajo duro, no fue nada fácil salir de mi estado... tuve crisis de abstinencia y eso es terrible, pues comencé con ayuda del Padre Miguel a dejar las pastillas poco a poco y ya para el mes de Mayo del 2010, decidí dejarlas todas de una vez… después de esto estuve un mes entero sin poder dormir, viendo de nuevo alucinaciones y creyendo me estaba volviendo loca… Siempre recordaré la voz dulce de mi hermanito terapeuta que me decía: Exíjase hermanita, exíjase… Tú puedes Daisy, tú puedes.. Todo es posible para el que cree...Eres brillante...Eres toda una campeona…”
Ser una Campeona es poner toda la confianza en
Dios como su criatura amada, es sentirme
amadísima y escogida, es poner en El mi debilidad y reconocer mi fortaleza, es
dejarle a El vivir en mi… y SI DESPERTE DE AQUEL HORRIBLE LETARGO… COMENCE A
ALABAR, BAILAR, CANTAR...VOLVI A ESCRIBIR POESIAS y Canciones...JEJE...MENOS
JUGAR FUTBOL!!! TODO FLUYÓ después de un
año, salí con 36 kilos menos, que luego fueron 40 menos. Con el alma nueva, y
el corazón y la mente puesta en solo un objetivo: AMAR COMO EL ME AMA...y no
decaer jamás…PORQUE ESTOY EN SU CORAZÓN.
Yo elegí entre la muerte y la vida porque tuve
las dos cosas, y hoy ESTOY VIVA… tengo
una afección cerebral, soy nieta de un epiléptico y herede algo de su
mal, tengo a veces ausencias, pérdidas de conciencia, dolores de cabeza… jajá
pero quién puede con la obra de Dios?? En todo esto vencemos El y yo… Continúe
el programa por dos años. Seguí aplicando lo aprendido y me convertí en un
nuevo instrumento sanador para otros...Comprendí allí que fui sanada para
sanar...Que mi vida es una bendición y así se convierte cada día para los
jóvenes, los adultos y todo el mundo… mis hermanas? Algunas aun no creen,
muchas se admiran y otras glorifican a Dios!! Y el psiquiatra que me trató
sigue diciendo que es imposible estar sana porque científicamente mi caso no
tiene cura…
Mi gozoso abrazo:
Hna. Daisy Naranjo Seijas. TC
La Victoria, 06 de mayo
de 2015
Soy Renata de Rodríguez; egresada
de la Universidad Espiritual que tiene por nombre “Centro de Crecimiento
Integral Fray Luis Amigó”. Para mi ha sido mas que una universidad.
Primero: Cambió mi vida; yo decía
soy católica, pero realmente era una católica cómoda. Aquí aprendí a ser católica de alma, cuerpo y corazón.
Nunca pensé que mi vida cambiaría
después de sesenta y pico de años que tenía para aquel entonces; pero así fue y
es: Puedo decir “Soy Feliz”.
Aprendí a confiar plenamente en
Dios. A amar y comprender que todos los
seres humanos, somos hermanos sin
importa raza, color y cultura.
Tengo herramientas para
defenderme y solucionar los problemas que se presentan en la vida cotidiana.
Los problemas por los cuales yo
asistí a este Centro Fray, fueron mis nervios. Ya puedo decir plenamente, que
puedo controlarlos y aceptar con
tranquilidad las adversidades de la vida.
En el momento de plasmar esta
reflexión, tengo setenta y nueve años.
Como me gustaría, tener unos años menos, para disfrutar todas las actividades
que se celebran en el Centro Fray. Tener la capacidad mental y física para
ayudar y aportar un poquito de lo mucho que yo aprendí aquí.
Agradezco a Dios Primeramente, al
Padre Miguel Parra, a los terapeutas, colaboradores del Centro Fray, y a cada
uno de los compañeros que de una u otra forma, colaboraron con mi formación.
Gracias especiales a mi esposo
Rosalio Rodríguez, quien ha sido mi compañero fiel durante todo el Proceso
terapéutico.
Me despido muy orgullosa de
pertenecer a este Centro. Que el Señor derrame muchas bendiciones sobre
nosotros y sigamos creciendo en calidad y cantidad.
Renata de Rodríguez
Quien iba a
pensar que un chico como yo de apenas Once años que salía de la escuela a
vender Helados, caramelos, galletas en las camionetas con una situación económica que acaso
alcanzaba para comer, que tenia malas ajuntas que me gastaba el dinero en video
Juegos y que al final de la noche prefería dormir en una plaza que llegar a la
casa y decirle a mama que no tenia plata eso realmente me aterraba. Me lo
gastaba realmente no tenia edad para aceptar que me toco una familia que
dependía de mi ayuda, pero era muy chico para entenderlo. Tuve mucho problemas
con mi madre le guardaba rencor y hoy a
los 25 años comprendo que es una mujer extraordinaria dispuesta a dar su vida
por mi. Y ese rencor se volvió en un agradecimiento infinito por todo lo que me
paso cuando apenas tenia once años pues
quizás estaría sin vida y no lo estaría contando. Hoy en día pregunto
por los jóvenes que compartieron conmigo esas aventuras cuando niños y solo
queda uno vivo estoy hablando de mi persona.
Llegada al centro de crecimiento integral Fray Luis
Amigo
Llegue en un
momento donde me encontraba alicaído, mi mama no podía sustentar la situación
que presentaba mi conducta evidentemente incontrolable, los niveles de rebeldía
eran muy altos. Pero algo muy importante siempre me mantuve sano, nunca consumí
drogas, nunca fume, aunque todos los muchachos que me rodeaban de mi edad
consumían y me convidaban, pero aunque me encontraba en esa situación mi yo
interno y un Ángel que me cuidaba y no veía
siempre me decía mantente firme. Realmente fue muy difícil mi llegada a
la finca Fray Luis Amigo, pasar del
libertinaje a un entorno donde al comienzo no podía acostumbrarme a sentirme
atrapado, cumplir normas, levantarme a las seis de la mañana a trabajar en un
campo. Ya tenia 16 años de edad y hasta ese momento siempre fui un independiente irresponsable.
Al pasar el
tiempo ya el Centro de Crecimiento Integral
se convirtió en el hogar que me
daría un cambio total a mi vida , mis momentos de rebeldía fueron
convirtiéndose en momentos de reflexión , no había un momento en que no
reflexionara sobre mi conducta , mis largas horas en el campo me permitieron
pensar y exponerme a mi mismo lo que quería para mi vida , el amor por parte de
mis terapeutas transformaron y domaron ese carácter incontrolable , me ayudaron
a entender la importancia de poner en manos de Dios mis problemas y
preocupaciones , me enseñaron a saber lo importante que es la familia y que las
personas se comportaban según sus crianza .
Respecto a mi mama comprendí que tenía mucho más oportunidades de
cambiar YO que tenía 16 años que mi mama que tenia 40.
Pasó el tiempo y
ya era una persona madura con un proyecto de vida firmemente establecido, me dieron la oportunidad de salir a estudiar
con una visión de futuro bastante amplio y entendiendo que no iba hacer fácil
pero tampoco imposible,
Al cumplir mis
18 años comenzó mi vida fuera de la finca aun seguía con mi meta de graduarme,
empecé a trabajar en Industrias Cosmo Partes, la empresa que me dio la
oportunidad cuando apenas cumplía los 18 años, era un operador que al pasar del
tiempo se gano el cariño de las personas y me ofrecieron pagarme mis estudios
al salir de bachillerato. una vez cumplí los 20 años de edad ya estaba
cumpliendo mi primera meta ya era Técnico medio en informática y como regalo me
compre mi primer carro con esfuerzo y sacrificio hecho que nunca pensé tener
cuando tenía 12 o 13 años ,
inmediatamente empecé la universidad y ya era otra meta en curso ,.
Al cumplir mis
23 años de edad recibí mi segundo titulo como Técnico Superior y Producción
Industrial aun permanecía en la empresa que me vio crecer y me dio la
oportunidad , y que en estos momentos a los 25 años aun formo parte de ella y
ya soy Jefe del departamento donde comenzó mi libertinaje Responsable ,
He viajados por
distintos países como EEUU, PANAMA, ECUADOR, ARGENTINA, ARUBA, CURACAO. Les
cuento no como manera de pretender sentirme superior, lo digo por el hecho de
sentirme infinitamente agradecido y que le sirva como ejemplo a los jóvenes que
en estos momentos se encuentran en una situación semejante o peor en la que yo
me encontraba, no es imposible me siento orgulloso de mi mismo nunca pensé
cuando era un chiquillo viajar tantas veces, comprar carros sacar a mi mama
fuera del país como regalo de cumpleaños debido a la situación económica , Es
impresionante la diferencia cuando le entregamos a Dios nuestras , metas y
sueños . En estos momentos soy estudiante de gastronomía y en planes de mudarme
a Buenos Aires a terminar una meta propuesta y seguir cumpliendo mis sueños.
Gracias por
permitirme brindar a muchos mi experiencias agradecido estoy por que en estos
momentos aquello que me causaba melancolía expresar hoy me causa una infinita
alegría.
Gracias
Carlos Luis
Pineda
TEMPLO "JESÚS BUEN PASTOR
En el año 2009 se coloca la primera piedra
para la construcción del Templo El Buen Pastor, en los terrenos donde funcionaba
la Capilla de Pie de Cerro, la cual lamentablemente fue derrumbada. En 2010
comenzó la construcción del Templo, inaugurándose el 29 de abril de 2011
en la Festividad de Jesús Buen Pastor.
Para la gloria de Dios, han sido innumerables
las personas e instituciones que han apoyado de múltiples maneras el desarrollo
y mantenimiento de Centro de Crecimiento Integral Fray Luis Amigó, en la
República Bolivariana de Venezuela; el cual esta formado como se ha descrito
hasta ahora por tres sedes:
-
Sede
Ambulatoria, ubicada en la calle Juan Vicente Bolívar y Ponte, en la ciudad de
La Victoria, municipio Ribas, des estado Aragua.
-
Sede
Residencial, ubicada en la Finca Fray Luis Amigó, en la vía Pie de
Cerro-Gabante, de los municipios Ribas y Tovar, del estado Aragua.
-
Templo
El Buen pastor, ubicado en la carretera La Victoria-Colonia Tovar, sector Pie
de Cerro, del municipio Ribas, también del estado Aragua.
OTROS DATOS IMPORTANTES:
En la actualidad, el CCIFLA posibilita el
diseño, desarrollo, sistematización, evaluación y difusión de metodologías
válidas para la construcción e implementación de procesos de prevención e
intervención en disfuncionalidades de conducta por medio de consultorías,
asesorías y pasantías a nivel regional y nacional.
Los programas terapéuticos se autofinancian
con los aportes de los usuarios y los recursos obtenidos por las actividades
que se realizan con ese fin, tales como: “La cena Amigó” Domingos familiares,
conciertos, rifas, colaboraciones de participantes y bienhechores.
La Comunidad Terapéutica Centro de
Crecimiento Integral Fray Luis Amigó basa su intervención en la filosofía:
“Estoy aquí, porque no hay ningún refugio
donde esconderme de mi mismo(a). Hasta que no me confronte en los ojos y en el
corazón de los otros, estaré escapando. Hasta que no permita a los demás
compartir mis secretos no me liberaré de ellos. Si tengo miedo de darme a conocer,
al final, no podré conocerme a mi mismo(a), ni a los demás, estaré solo(a). ¿Como
podremos conocernos mejor, sino en nuestros puntos comunes? Aquí, juntos yo
puedo manifestarme claramente, no como el gigante de mis sueños ni el enano de mis
miedos, sino como una persona parte de un todo, con mi aportación a los demás. Sobre
esta base podré echar raíces y crecer, no solo como en la muerte sino vivo para
mi mismo y para los demás”
El eje de formación terapéutica de los
participantes, está basado en un sistema de interacción cuyo objetivo principal
es interrelacionar sus áreas personal y social.
Dentro del Área Personal se reconocen y
profundizan los diferentes elementos de la condición humana, los cuales permiten
desarrollar todas sus potencialidades y replantearse lo que obstaculiza
el adecuado desarrollo de la personalidad. Estos elementos son: Espiritual, emocional,
cognitivo, orgánico y sexual
En el Área Social son desarrolladas las
habilidades para la convivencia en la comunidad, favoreciendo una adecuada
interacción en los ámbitos donde le corresponde actuar a la persona. Para ello
se trabajan los elementos: Familiar, laboral y/o académico, comunitario y recreativo.
DESDE SUS INICIOS
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